Cuatro pequeños puntos situados en la boca permiten la emisión de saliva. Dos de ellos están situados en la cara interior del moflete, enfrente de la arcada dental superior, más o menos en el centro. Estos puntos generan saliva cuando existe un motivo concreto, por ejemplo, al comer.
Los otros dos puntos están debajo de la lengua, a la izquierda y a la derecha del frenillo. Estas dos aperturas producen saliva de manera continua, cerca de 1 litro diario.
La saliva es sangre filtrada, de hecho, las glándulas salivales tamizan la sangre, reteniendo los glóbulos rojos que necesitamos en nuestras venas y deja llegar a la saliva calcio, hormonas y anticuerpos del sistema inmunitario.
La saliva contiene también en pequeñas cantidades un analgésico con unos efectos mucho más potentes que la morfina: la opiorfina, descubierta en 2006. La producción de saliva se reduce sensiblemente de noche.
Preguntas:
- ¿Qué es la opiorfina?
- ¿Dónde se encuentra el frenillo?